16 feb 2009

Plática sobre Periodismo


El profesor François Demers (en primer plano), me invitó a participar en una especie de diálogo entre un periodista multimedia y estudiantes de primer y segundo ciclo de la universidad. Al inicio del evento el profesor Thierry Watine (en la foto de abajo), explicó la importancia de considerar el ambiente de la convergencia tecnológica que poco a poco ha ido transformand0 algunas prácticas profesionales de los periodistas, ante las exigencias de producir mensajes en múltiples plataformas simultáneamente (prensa, video, radio e internet).


Con esa introducción, entramos en materia. Nos presentaron a Frederic (y no supe el apellido, ahí se los debo), un periodista muy joven que es, como el lo dice, "multiplataformista".


Nos explicó de qué se trata ser "multiplataformista": por lo regular se trata de periodistas "pisiste" (palabra francesa para freelance, que a la vez es palabra inglesa para designar a un periodista independiente que vende sus notas al medio que se las solicite), que cuando cubren ciertos acontecimientos aprovechan el estar presentes para además fotografiar, grabar audio y grabar video, y así poder tener soportes múltiples para ofrecer diversos productos del mismo acontecimientos a diversos medios. Obviamente, en internet todos esos medios convergen para poder ofrecer un producto multimedia en toda la extensión de la palabra.
Acto seguido, puso en el escritorio dos mochilas tipo backpack para mostrarnos el equipo de un multiplataformista: cámara fotográfica digital, grabadora digital y micrófono, dos cambios de ropa (nunca se sabe cuándo tendrás oportunidad de ir a casa y cuando no), pasaporte (aquí los periodistas locales son globales, y en cualquier momento pueden necesitar salir del país), laptop, algunos libros, Kapuscinsky como biblia, por supuesto (periodista polaco, el mejor de todos), como implementos indispensables. Son como caracoles, con la casa a cuestas... pero además viajan ligero. Por supuesto, se trata de gente muy joven y sin compromisos familiares.
Después de mostrarnos algunos de sus trabajos en varios sitios de internet, habló a grandes rasgos de sus experiencias, como el sitio www.couchsurfing.com en donde es posible encontrar quien te rente un sofá para dormir en cualquier parte del mundo (y ofrecer un sofá a otros también), para cuando los periodistas salen de improviso a cubrir asuntos como el bombardeo de E.U. en Afganistán, y no se tienen muchos recursos para hospedarse.
La plática luego se convirtió en un diálogo entre dos profesores de la universidad que comenzaron a discutir: uno con la postura de que la profesión periodística se ha transformado debido a la convergencia tecnológica y, por lo tanto, es necesario estudiarlas y ponerles atención. Y el otro con una postura crítica señalando que dichas prácticas, más que a la tecnología, obedecen a la concentración de medios en pocos propietarios, situación que limita nuestras opciones de información pues el mismo mensaje nos es otorgado por todos los medios con pocas oportunidades para los ciudadanos de informarse a través de diferentes perspectivas. Uno defendía las posibilidades tecnológicas y el otro criticaba el uso de esas posibilidades para reducir el margen de la diversidad.
Fue un vistazo a la vida académica en pleno del Departament d'Information et de Communication de l'Université Laval.

3 comentarios:

Dorix dijo...

¿Y no será la opción pensar en una combinación de ambas?

Anónimo dijo...

¡Qué interesante! es una manera de hacer periodismo muy diferente y arriesgada, bueno, quizás lo veo desde las condiciones que tenemos en México, me parece que acá sería muy difícil que existieran periodistas así.

Ah! qué cantidad de cosas estará aprendiendo! estoy asombrada con ver lo que ellos consideran que es un periodista, ¡y asumirlo así, tan natural!

PD Si un día va a platicas de las chicas canadienses, que también Ana en un descuido suyo nos cuente de los chicos que ve por allá, jajaja un abrazo!

Saveteur dijo...

Hola Corina, que bueno que ya me hayas quitado el "profe", ahora sólo falta que me hables de tu.